19 de Febrero de 2019
TÚ.
Un e-m@il.
Sí, como la película de "Tienes un e-m@il". Un regalo. De cumpleaños. 32 primaveras y más camino recorrido, quizás; del que te gustaría. Muchos besos, muchas camas probadas, muchas caricias, muchos culos, muchas tetas, más entrepiernas. Muchas sonrisas. Muchas, falsas. Muchas desilusiones, pero más (espero) ilusiones. Muchas miradas. Algunas vergonzosas. Otras con rabia. Otras de dolor. Pero las mejores, de esperanza. De amor olvidado pero escondido a coraza en lo más profundo de tu ser.
32 años. Un mail recibido antes de antelación. Por una despistada. Por mi. La despistada de turno que piensa en darte un regalo sorpresa por el día de tu cumpleaños y resulta que se entera de que a las 24h (como tarde) recibirás un PDF con la sorpresa en tu mail. Ilusa. Yo que pensaba dártelo en persona y se me va la sorpresa al garete.
Mi consuelo: Quizás las sorpresas están sobrevaloradas.
Mi desconsuelo: Quizás sea mi último regalo de cumpleaños y quería que fuera de lo más especial y liberador al mismo tiempo. Un regalo, que como la vida misma, tú pones las reglas del cuándo, el cómo y el con quién.
Pero no va a ser sorpresa, porque probablemente ya lo hayas visto antes de que me digas "vamos a quedar" o incluso antes del 19 de Febrero.
Así que cómo a pesar de que las sorpresas están sobrevaloradas y como soy la contrariedad personificada, te escribo esto, que aunque probablemente te lo esperases, siempre es inesperado descubrir lo que las letras, entrelazadas unas con otras, intentan (intento) decirte.
MICROCUENTOS POR EL DÍA DE TU CUMPLEAÑOS.
MICROCUENTO 1: LA PSICOPATOLOGÍA DE TU ADIOS
Escucho voces. Tu recuerdo empieza a ser esquizofrénico. Me pierdo entre neuronas formando sinapsis para intentar sacarte de mi cabeza. Pero tu recuerdo me persigue. Tu olor me acosa. No consigo silenciar esa voz que resuena desde el corazón.
Mi cama sufre de insomnio.
Mis sueños rara vez sueñan.
Tengo a amor con cartel "cerrado por depresión" y una boca que sólo tiene ideas delirantes.
La endorfina que llevaba tu nombre ya no aparece.
En fin. Todos mis fantasmas se aparecen contigo, y ya no sé si necesito un psiquiatra o un exorcista.
MICROCUENTO 2: REGALO DELUXE
Nunca me ha gustado el amor low cost. Fácil de conseguir, pero incapaz de completar.
Soy de las que lo quiere con todos los extra.
Amor first class.
El amor del buenos días, el amor con beso de buenas noches y cucharita a media noche. El amor de "podría acostarme con cualquiera, pero prefiero despertar contigo". Ese amor.
Por eso el regalo de tu cumpleaños no podía ser de otra manera que "Deluxe"
MICROCUENTO 3: PRONOMBRES
Si el diccionario nos hubiese conocido, las cosas serían diferentes.
Si el diccionario supiera de él, de él conmigo, de mí con él; sabría que el verbo olvidar sería sinónimo de imposible. Que magia, felicidad, sueño y vida no son más que el pronombre personal de su mirada.
Si supiera que tiene la habilidad de ponerle nombre a las cosas que no lo tienen (empezando por mi).
Que el verbo amar NO se conjuga igual en otros labios.
Que la palabra sol, tiene más de su sonrisa que de las estrellas.
Que adios, despedida y miedo son lo mismo. Que duele, porque ya no duele nada.
Si el diccionario lo hubiese conocido, sabría que sólo hay una palabra que lo envuelve todo.
La palabra que es adjetivo, pronombre, adverbio, verbo, conjunción, artículo, preposición y sustantivo al mismo tiempo: ÉL/TÚ.
MICROCUENTO 4: ÉL, EL AMOR Y YO
Me daba mil vueltas en todo.
Era de esas personas que sobresalen sin necesidad de destacar.
Era más inteligente, más listo, más sensato, más bueno, más hijo de puta. Con los ojos mucho más bonitos.
Me ganaba en todas las batallas, menos en la única en la que yo siempre quise ganar; en la del querer.
Porque quizás para querer como una loca, sólo haya que estarlo.
Porque quizás para enamorarse como un tonta, sólo haya que estarlo.
Y yo, soy la loca más tonta que puedas llegar a conocer.
MICROCUENTO 5: 860
Es un domingo cualquiera. Tres de la tarde.
Acabo de terminar un capítulo de "Método Kominsky" pensando que tal vez tú lo hubieses visto conmigo mientras comiamos.
Me meto en la cama para dormir haciéndole un regate a la cama que sin tus sueños mide infinito. No hay pies fríos que me la calienten ni ronquidos que callen mis pesadillas.
Intento coger el sueño, pero el insomnio está más rápido y ha vuelto a desenfundar primero con tu recuerdo.
Mientras tanto, el techo y los ojos azules de Samby me miran, y pienso que soy gilipollas por haber escrito esto. Por recordarte cuándo quizás tú ya me hayas olvidado. Lo pienso, y aún así lo hago por esta maldita costumbre de intentar llevarme la contraria. Por ese masoquismo sentimental que te aprieta contra mi, aunque duela.
Así es tu recuerdo, un vuelo extraño que nunca llega al cielo. Una caída al vacío que nunca llega a tocar el suelo.
Reviso lo que he escrito. No es mi mejor texto (ni mucho menos). No hay frase para la posterioridad. Ni palabras bonitas que te ericen la piel, aunque es posible que los ojos se te acristalen... Lo único que hay es otro día más pensando en ti, y ya van 860 sin ti.
MICROCUENTO 6: FIN
Quizás vaya siendo hora de que llegue EL MOMENTO.
El momento de arriesgar todo lo que somos, para luchar por lo que queremos llegar a ser.
El momento de perder la cabeza para encontrar el corazón.
El momento de ser verdad entre todas las mentiras pasadas.
El momento de echarle leña al fuego, para que arda el ayer, la pena, la noche, el invierno y el sexo.
El momento de llegar a ser todo aquello que nunca fuimos.












