La mayoría de los días del año son intranscendentes. Comienzan y terminan sin que suceda algo memorable. La mayoría de los días no tienen impacto en el transcurso de una vida.
No le puedes atribuir un significado cósmico a un evento terrenal. Coincidencia, eso es lo que siempre es, nada más que una simple coincidencia...
Tener guardia el 18 de Diciembre, que suene el busca 216 por una hemoglobina de 6.4 y que haya un digestivo de guardia, no es más que una coincidencia. Que se trate de una hematemesis y que te llamen para hacer una gastroscopia intraoperatoria sigue siendo coincidencia.
Que hayas empalmado primer turno (sí, en quirófano, intentado mantener viva a la hija del paciente que esta ingresado en una de tus camas) con segundo turno, tras haber conseguido que se le coloque un balón de Sengstaken y ganarle al menos unas horas a la muerte, es coincidencia.
Que al menos en tu guardia, el desenlace "fatal" que crees que va a ser, no sea; porque sabes que te irías con muy mal cuerpo a casa, es coincidencia.
Que a pesar de que las noticias no son buenas, podrían ser peores. Que sí, que sabes que está con un pie aquí y otro allí; pero al menos puedes decir a la familia que "está estable" (pura coincidencia). Bendito adjetivo, estable, que dice tanto y tan poco al mismo tiempo.
Que la hija de la que acabas de conseguir estabilizar y nieta del paciente que está en tus camas, esté embarazada y se sincope en medio de la sala de información al lado de los quirófanos, es coincidencia; pero más aún es que casualmente lleves unos guantes en el bolsillo derecho del pijama y le des uno para que respire con él y deje de hiperventilar.
Que cuando tu compañero, residente de Neumología, entra por la puerta a dejarte los buscas y te llamen por una saturación de 75% de su planta, es coincidencia (No podría haber sido 5 minutos antes, cuando el residente de Neumo era el que llevaba los buscas... Eso hubiese sido suerte)
Subir a la habitación, entrar sin leer la historia porque quieres echar un ojo al paciente lo primero de todo y reconocer esa mirada, es coincidencia.
Leer la historia, ver que ya lo estabilizaste una vez en el vital y que firmaste su ingreso, es coincidencia.
Que con seguril, solinitrina, corticoide, extra de oxígeno y una mirada de complicidad puedas subir a la mañana siguiente y te salude con un gesto de complicidad, te de las gracias y te desee "feliz navidad" es coincidencia.
Que hagáis un amigo invisible y tu regalo te lo de alguien especial es coincidencia
¿Y qué es la vida si no, como ya he mencionado en otras ocasiones, un cúmulo de coincidencias y casualidades?...
De lo poco que sé sobre ella te diré que hay que hacer que merezca la pena, que es muy corta y que tienes que vivirla intensamente.
No te des mal por el futuro ni te castigues por tus elecciones del pasado, a fin de cuentas siempre hay que optar por una cosa u otra, y lo que elijas se verá influenciado por las casualidades que surjan en cada momento.

Acéptate tal y cómo eres. Aunque ahora no te des cuenta eres único, irrepetible, intransferible. Y sí, vales más de lo que jamás habrías imaginado.
Aprende a crear tu propio color. No pienses que todo es negro, pero tampoco de color de rosa. Todo tiene matices, y debes construir tu color.
Aprende a pasar página. Unos van y otros nuevos llegan. Aprende a mantener en tu historia a unos pocos escogidos que de vez en cuándo te recuerden quién eres en realidad. Serán tu tesoro, tu planta a la que regar cada día. No los descuides.
Sal a la calle. Viaja. Vive en otros lugares. No seas perezoso, no te acostumbres a lo que conoces y enriquécete. Aprende que lo posible que se consigue y lo imposible se intenta. Esfuérzate y haz que cada día merezca la pena.
Escucha, intenta entender las opiniones de los demás y ten la tuya propia.
Fallarás una y otra vez, pero pronto te darás cuenta que después de la tormenta llega la calma y que antes de ver el arco iris tienes que mojarte.
Descubre el aroma de los pequeños detalles, descúbrete a ti mismo.

Ríe, llora y sueña despierto... Pero no te olvides de vivir y poner los pies en el suelo de vez en cuándo.
Equivócate y aprende. Cae al suelo pero vuélvete a levantar.
Estudia, aprende, sé todo lo bueno que puedas llegar a ser. Se la versión mejorada de ti mismo, la 2.0.
Si no te gusta tu trabajo, cambiálo. A fin de cuentas es una de las partes de nuestra vida que más tiempo nos ocupa. Enamórate de lo que hagas.
Nunca es demasiado tarde ni demasiado pronto para ser quién quieras ser. Vive una vida de la que te sientas orgulloso, se el protagonista de la mejor película... Y si crees que algo deberías cambiar, hazlo.

Acuéstate cada día habiendo aprendido algo nuevo. Nunca pierdas la ilusión por hacer que cada día sea extraordinario.
Es posible que no hayas entendido nada de lo que te he dicho, pero no te preocupes. Lo único que realmente quiero decirte que es que estás aquí por casualidad, y aunque pases momentos en que no lo creas, hay muchísimas razones para vivir la vida y no para dejarla pasar.
Sé que llegarás lejos y sabrás ver el lado bueno de las casualidades.

Que hagáis un amigo invisible y tu regalo te lo de alguien especial es coincidencia
¿Y qué es la vida si no, como ya he mencionado en otras ocasiones, un cúmulo de coincidencias y casualidades?...
De lo poco que sé sobre ella te diré que hay que hacer que merezca la pena, que es muy corta y que tienes que vivirla intensamente.
No te des mal por el futuro ni te castigues por tus elecciones del pasado, a fin de cuentas siempre hay que optar por una cosa u otra, y lo que elijas se verá influenciado por las casualidades que surjan en cada momento.

Acéptate tal y cómo eres. Aunque ahora no te des cuenta eres único, irrepetible, intransferible. Y sí, vales más de lo que jamás habrías imaginado.
Aprende a crear tu propio color. No pienses que todo es negro, pero tampoco de color de rosa. Todo tiene matices, y debes construir tu color.
Aprende a pasar página. Unos van y otros nuevos llegan. Aprende a mantener en tu historia a unos pocos escogidos que de vez en cuándo te recuerden quién eres en realidad. Serán tu tesoro, tu planta a la que regar cada día. No los descuides.
Sal a la calle. Viaja. Vive en otros lugares. No seas perezoso, no te acostumbres a lo que conoces y enriquécete. Aprende que lo posible que se consigue y lo imposible se intenta. Esfuérzate y haz que cada día merezca la pena.
Escucha, intenta entender las opiniones de los demás y ten la tuya propia.
Fallarás una y otra vez, pero pronto te darás cuenta que después de la tormenta llega la calma y que antes de ver el arco iris tienes que mojarte.
Descubre el aroma de los pequeños detalles, descúbrete a ti mismo.

Ríe, llora y sueña despierto... Pero no te olvides de vivir y poner los pies en el suelo de vez en cuándo.
Equivócate y aprende. Cae al suelo pero vuélvete a levantar.
Estudia, aprende, sé todo lo bueno que puedas llegar a ser. Se la versión mejorada de ti mismo, la 2.0.
Si no te gusta tu trabajo, cambiálo. A fin de cuentas es una de las partes de nuestra vida que más tiempo nos ocupa. Enamórate de lo que hagas.
Nunca es demasiado tarde ni demasiado pronto para ser quién quieras ser. Vive una vida de la que te sientas orgulloso, se el protagonista de la mejor película... Y si crees que algo deberías cambiar, hazlo.

Acuéstate cada día habiendo aprendido algo nuevo. Nunca pierdas la ilusión por hacer que cada día sea extraordinario.
Es posible que no hayas entendido nada de lo que te he dicho, pero no te preocupes. Lo único que realmente quiero decirte que es que estás aquí por casualidad, y aunque pases momentos en que no lo creas, hay muchísimas razones para vivir la vida y no para dejarla pasar.
Sé que llegarás lejos y sabrás ver el lado bueno de las casualidades.



